Si Marty McFly llegara con su DeLorean desde el pasado a este mismo día, día 21 de Octubre de 2015,  se quedaría flipando en colores al ver que nada es igual a lo que imaginaron 30 años atrás. Colores que quedaron reflejados en la hortera gorra que llevaba.

La pregunta que quiero hacerte es: ¿Es hoy el 21 de Octubre de 2015 que esperabas? Y no mires a Marty, te lo pregunto a ti.

¿Lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana? Si la respuesta es negativa algo falla.

Y para que puedas hacer esta introspección de ti me gustaría primero hablar de porqué para mí hoy es realmente un día especial. Y quizás lo sea para ti también cuando mires atrás en el futuro.

Además, ¡es el primer artículo del blog y seguro que quieres conocer mejor a quien va a escribir en este rincón de Internet! Y quizás tengamos más cosas en común de las que crees y te apetezca volver a leerme, quien sabe 😀

Así que empiezo: Me llamo Cristian Valls y nací un 13 de Octubre de 1988, año del dragón según el horóscopo chino.

No exactamente este dragón, aunque Shenron también tuvo mucha importancia en mi vida, pues Dragon Ball fue y siempre será una de las series más queridas para mi y toda nuestra generación.

Llevo desde 2007 trabajando en el mundo del desarrollo web para diferentes empresas del sector tecnológico.

En el 2011 empecé a trabajar en una multinacional fundada en Barcelona. Las condiciones eran muy buenas, había un ambiente multicultural y los compañeros de trabajo eran unos excelentes profesionales y personas. Todo esto me enriqueció muchísimo, ¡era el mejor trabajo que podría haber encontrado!

O eso pensaba en ese momento, pues a medida que los años pasaban y mi sueldo y posición aumentaban mi motivación y felicidad caían en picado. Lo único que me sacaba de mi rutina eran escapadas y excursiones a la naturaleza que me sacaran lejos de la ciudad.

Tras varios viajes que hice aprovechando los fines de semana y usando los días de vacaciones que me daban al año descubrí lo maravilloso que es conocer nuevos países, nuevos lugares, nuevas culturas y nuevas personas.

Pero cuando las vacaciones acababan tocaba volver a la rutina. Era un duro golpe de realidad en toda la cara.

Y cada vez que volvía sentía que algo andaba «peor» dentro de mí y de que no quería estar gran parte de cada uno de mis días en una oficina con luz artificial mientras veía desde la ventana de mi prisión socialmente aceptada que había todo un mundo increíble ahí fuera.

Me gusta mi trabajo, pero no la forma en la que lo hacía. ¿Porqué estar atado a un mismo lugar cuando la tecnología te permite romper esas barreras?

Pasaron algunos meses mientras pensaba en todo esto pero no me atrevía a dar el paso, incluso viendo que algunos compañeros se marchaban para dar la vuelta al mundo o a trabajar a otro país. Tenía mi estabilidad y mi sueldo cada mes, pero mi tiempo y mi esfuerzo eran para otra persona…

Hasta que finalmente en diciembre de 2014, aprovechando un ERE en la empresa, una lesión física que me había alejado por un mes del mundo laboral y todo el valor que conseguí juntar, renuncié a mi trabajo y en febrero de 2015 hice mi primer viaje mochilero de 2 meses por el sudeste asiático, aun con mi tobillo sin recuperar al 100% de la lesión… pero nada iba a evitar que subiera a aquel avión.

Y como no podía ser de otra forma, ese viaje me cambió por completo, o debo decir que acabé de hacer el «click» definitivo. Y al regresar a Barcelona tardé menos de un mes en volverme a ir a Asia.

En países como Tailandia, Filipinas, Malasia y Taiwán conocí gente de todo el mundo que trabajaban mientras viajaban, ya fuera con su ordenador portátil o sustentándose de muchas e inteligentes maneras durante la ruta.

Volví con la idea definitiva en mi cabeza de que esa era la forma en la que quería vivir, así que me puse a leer e informarme en blogs y webs sobre otras personas que habían logrado lo que yo quería lograr y comprobé que realmente era factible.

Y en este camino me encuentro. No es fácil, ya que nada que vaya en contra de la mayoría lo es… A veces un camino solitario, a veces incluso incomprendido. Pero mi objetivo es ser nómada digital y todos mis esfuerzos van dirigidos a tener libertad de ubicación, de ser capaz de trabajar desde cualquier lugar, de elegir donde quiero vivir en cada momento, de aprovechar la tecnología y la globalización para no vivir de acuerdo a las normas que otros han escrito.

Por eso hoy, el día que he escrito y publicado este texto, es un día tan especial.

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¿Y tú, estás caminando en la dirección correcta? No te respondas ahora, tómate tu tiempo si lo necesitas pero respóndete con sinceridad.

Gracias por leerme y no dudes en dejarme un comentario si así lo deseas. ¡Me harás el día aun más especial!

Publicado por Cristian Valls
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